lunes, 10 de diciembre de 2007

Los colores en nuestra vida

El color influye en nuestros órganos visuales provocándonos alegría, nos trasmite sentimientos, y es el que más se destaca a la hora de recordar una obra en sí. Nuestro mundo interno (el plano invisible) se relaciona con el mundo externo por medio de nuestros cinco sentidos: olfato, vista, tacto, oído y gusto, que en buena armonía con nuestras preferencias nos permiten distintas expresiones: de alegría, de tristeza, de júbilo, de tranquilidad. Emociones que salen de lo profundo de nuestro ego. Entonces, los colores tienen la capacidad de actuar en la psique del ser humano y pueden elevar o disminuir la capacidad creativa, la voluntad de acción, empañar el empuje a nuevas iniciativas.

Nadie puede dudar que la leche es blanca, pero nadie tomaría la leche negra o un pedazo de pollo morado. Sólo pensar en el pollo morado y la leche negra el disgusto de dos colores, no conocidos, nos daría una tremenda aversión a ellos.

Desde siempre las expresiones populares se han reflejado con anécdotas y frases significativas como: me siento rojo de vergüenza, blanco de miedo y "pálida como la luna", el dicho de una amiga.

Isaac Newton, físico, matemático, astrónomo e filósofo ingles, inició algunos estudios en 1666 sobre el fascinante mundo de los colores. Newton filtró los rayos del sol a través de un círculo, en el centro del cual puso el color negro, a la periferia del círculo dispuso los colores del rojo al violeta. Según el físico, el resultante de dicha composición debía estar en el diagrama. Prueba que no funcionó y el experimento quedó en un nivel embrionario.

Los estudios de Chevreul permitieron la interpretación de 14.000 colores diferentes, una escala diagramática de todo respeto. Más tarde, Maxwel y Helmotz llegaron a diferenciar entre el color absorbente y el color reflectante. Por ejemplo, el color blanco refleja luz y calor, el negro absorbe luz y calor.

Como siempre los estudios de ilustres dieron espacio a la "cromo psicología", ciencia que se ocupa de las reacciones del comportamiento humano frente a colores diferentes o a las reacciones de combinaciones adversas en la vida de todos.

En la antigüedad, el simbolismo de los colores se estudiaba junto a la astrología, considerada una disciplina "iniciática". Los colores de los siete Chakras del cuerpo humano, "glándulas endocrinas", de acuerdo a los colores de los siete planetas tradicionales, nos hacen clara la referencia sobre la importancia de nuestros estímulos de preferir un color a otro.

La elección de un color está ligada a la astrología, al íntimo de nuestro inconsciente, a lo invisible, a la Luna, a la elección de una mujer, a la madre, en fin, a algo que no sabemos decir. Así los pintores desde siempre han expresado emociones en sus pinturas representando épocas, momentos, en los cuales se ha visto pobres, ricos, felices, contentos, porque la vida es cíclica, redonda.

Vincent Van Gogh pintó pasiones humanas de colores rojo y verde. "Los Girasoles", una pintura sobre tela que más atormentó al artista por el caos interior que lo caracterizó. Él está en los mundos de los justos, y los colores de sus obras quedan vivos en el mundo. El diagrama de los colores es grande tres veces el infinito.

El zodiaco y sus colores.

Rojo: acción, inicio, amor, pasión, impulso.
Verde: constancia, fuerza, la naturaleza, la música, el dinero.
Gris claro: la mente, el dualismo, la dispersión.
Azul: sueño, romántico, la leche, el seno, la casa.
Amarillo: el sol, el amor, la creación, el teatro.
Gris oscuro: las fronteras, el muro, los recintos.
Verde claro: el juicio, armonía, la vida, el matrimonio.
Negro: los genitales, la noche, la muerte, la nobleza.
Azul oscuro: los viajes largos, la religión, la justicia, la verdad.
Marrón: las piedras, la construcción, los huesos, el monje.
Morado: el espacio, la libertad, los amigos.
Blanco: el océano, el mar, la piedad, los secretos.

A diario por nuestra vista pasan disímiles de imágenes que de cierta manera forman parte de una manifestación artística en la mayoría de las cosas un elemento destaca su presencia en nuestro interés; ese elemento es el color, el cual influye en nuestros órganos visuales provocándonos alegría, nos trasmite sentimientos y es el que más se destaca a la hora de recordar una obra en sí.

Cuando niño nos llama la atención todo lo que tenga colores vivos, mas cuando crecemos vamos olvidando nuestras alegrías de infancia pero queda en nuestro recuerdo como algo grato, aquellos efectos que produjeron en nosotros las "horas pintadas" en paseos, el por qué de diversiones, un desfile, nuestros juguetes y es que el color pudo trasmitir esas reacciones en nosotros porque él es capaz de influir positiva y negativamente en nuestra vida producto a la propiedad que tiene de desplazarse unos más rápidos que otros y producir diferentes efectos en nuestra persona.

Debido a que el color es sólo una elaboración de nuestra mente, éste tiene un efecto profundo en nuestro estado mental, emocional y físico. El color ejerce en cada uno una influencia subliminal, es decir, fuera del control de la conciencia. Reaccionamos automáticamente según los colores que nos rodean. El color tiene importancia fundamental en nuestra vida y desde siempre nos ha llamado la atención. El arco iris ha sido símbolo de la esperanza y de la alianza con la divinidad. Las liturgias, tanto occidentales como orientales, perciben cuidadosamente el color de la vestimenta de los sacerdotes según el día y la ceremonia que se oficia. Sepan o no los sacerdotes, esa coloración está cuidadosamente elegida para producir un efecto determinado. La sociedad moderna nos agrede con una violenta mezcla de colores. Sepa que esto puede ser muy perjudicial y causa de muchos malestares individuales y sociales.